¿Insomnio?
¿Estrés?
¿Dolor?
¿Estrés?
¿Dolor?
10 episodios de convulsiones al día. Los medicamentos tradicionales solamente te hacen enfermar más, y tu familia se hunde a tu alrededor. Esta escena de pesadilla es la que vivió la familia de Glendy, en Perú. Quédate en esta Nota del Boticario para descubrir cómo el Dr. Max Alzamora y su equipo usaron cannabinoides como el CBD y el CBDA para acabar con la tortura de esta niña.
El Dr. Max Alzamora, de Perú, es uno de los primeros médicos en comenzar a usar de forma regular el Cannabis para tratar varias enfermedades desde 2017. Esta planta, legal en Perú, desde 2019 tiene un uso reglamentado, diferenciando entre el CBD y el THC:
El CBD se puede adquirir en farmacias del estado peruano con una concentración del 5%. El equipo del Dr. Alzamora ha puesto su foco en el uso de cannabinoides ácidos tras el caso que vamos a ver hoy, obteniendo su recurso de laboratorios locales. Lleva años investigando sobre los beneficios del CBD.
Se ha venido creyendo durante bastante tiempo que los cannabinoides ácidos, como el CBDA, CBCA o DELTA9-THCA no tenían propiedades interesantes, útiles a nivel terapéutico, pero la investigación ha venido demostrando que estos cannabinoides, fruto de la fusión de los terpenoides ácido olivetólico y pirofosfato de geranilo tienen mucho potencial en el tratamiento de condiciones inflamatorias y neurológicas.
Estas formas carboxiladas (ácidas) son los precursores de las moléculas que se vienen usando comercialmente, como el CBD, o el conocido THC. Esto sucede al descarboxilar las moléculas mediante el procesado, por ejemplo mediante secado, de las plantas.
El caso que nos ocupa es el de Glendy, una chica de 12 años que en 2017 comenzó a sufrir de encefalitis autoinmune, que puede provocar entre otras:
Su caso era especialmente preocupante, ya que no tenía antecedentes familiares y además inició con cefaleas y fiebre. Además, acabaron apareciendo crisis convulsivas y esto la llevó al hospital.
En urgencias la sometieron a una serie de exámenes que, aunque determinaron daño cerebral, no pudieron detectar la causa. La trataron de forma errática con 28 días de antivirales, aún sin detectar infección, y llegó a sufrir hasta 10 crisis convulsivas diarias. Esto la dejaba agotada, y cada crisis le producía aún más daños a nivel cerebral, dejándole con un 7 en puntuación en la escala de Glasgow (esto es malo, muy malo).
Tan potentes eran las crisis que para evitar mayores daños se decidió inducirle un coma durante 45 días. Durante este tiempo, a causa de toda la medicación que estaba recibiendo y por su inmovilización, acabó sufriendo neumonía aspirativa y hepatitis medicamentosa. Logró salir del hospital tras casi 100 días de tratamiento, pero el cuadro era para echarse a temblar:
Como vemos, el tratamiento tradicional no mejoró su situación. De hecho, podríamos atrevernos a indicar que, si acaso, la empeoró.
Estuvieron durante meses proporcionando a Glendy una serie de medicamentos anticonvulsivos y con efectos sedantes, que mejoraron algo la puntuación en la escala de Glasgow de la pequeña, llegando al 9. La evolución era pequeña, pero algo era algo. La niña comenzó a caminar y las convulsiones se redujeron a 3 por día. Sin embargo, los padres temían por un cambio en el comportamiento de Glendy, que posiblemente a causa de la potente medicación estaba sufriendo una especie de psicosis agresiva.
En octubre de 2018, casualidades del destino, la mamá de Glendy vio por televisión al Dr. Alzamora hablando sobre los beneficios del Cannabis, y decidió investigar por su cuenta. De entrada, se hizo con un aceite de CBD de importación estadounidense, el Charlotte's Web, y se presentó en la clínica del doctor para que le ayudase a dosificarlo a su hija bajo su supervisión.
Tras dos meses de tratamiento con CBD:
En 2019, probaron un nuevo aceite de CBD más concentrado: RHSO Gold CBD Liquid (1000 mg). Los resultados fueron notables:
Estos aceites importados resultaban muy caros para una familia peruana con problemas económicos, y aún en contra de su sentimiento y orgullo acabaron pidiendo ayuda al Dr. Alzamora.
Ya no podían permitirse el tratamiento y el bienestar de su hija dependía de él. Así, el Dr. Alzamora desarrolló un aceite local derivado de la cepa Harle Tsu, rica en CBDA gracias a la sugerencia de un conocido del Doctor. Comenzaron en julio de 2019 con:
El Dr. Alzamora indica que el CBDA redujo las crisis, mejoró la inflamación de la encefalitis autoinmune y mejoró el cuadro general de la pequeña. Este avance es posible gracias a la acción antiinflamatoria del CBDA, que actúa como inhibidor selectivo de la enzima Cox-2, vinculada a procesos inflamatorios.
El caso de Glendy demuestra que los cannabinoides son una herramienta poderosa, pero deben usarse en compañía de otros pilares necesarios para obtener buenos resultados. En este caso fueron esenciales:
Por fin en 2020 Glendy llegó a puntuar con un 12 en la escala de Glasgow, mejorando muchísimo desde su 7 inicial. Queda camino por delante, pero su familia ahora puede respirar viendo que la pequeña vuelve a ser ella.
Este caso no sólo demuestra que los cannabinoides pueden resultar muy eficaces en determinados casos, sino que da una palmadita en la espalda a los investigadores interesados en este campo de los cannabinoides ácidos. En pacientes como Glendy, con problemas inflamatorios cerebrales, los cannabinoides son una auténtica esperanza para poner soluciones donde la medicina tradicional no llega.
En palabras del Dr. Alzamora: "Los cannabinoides ácidos abren todo un espectro de posibilidades terapéuticas".
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