Epicondilitis: Causas, síntomas y tratamiento

El misterio del dolor en el brazo: Epicondilitis al descubierto

¿Te has preguntado alguna vez qué es eso del "codo de tenista"? La gente suele llamar así a la dolorosa dolencia conocida como "epicondilitis externa del brazo". Pero aquí hay algo interesante: el término es un poco engañoso. La verdadera raíz del problema no está en el codo en sí, sino en los tejidos blandos que rodean el "epicóndilo" externo del hueso húmero. Estamos hablando de tendinitis y tenosinovitis. Esos son los verdaderos culpables del dolor.

Codo de tenista



Ahora, ¿Qué músculos están involucrados en este enredo? Tenemos al radial corto, extensor de los dedos, extensor del meñique, extensor cubital corto y supinador corto. Todos estos se unen en un tendón común que se engancha en el epicóndilo del húmero. Ahí es donde puede doler.

 

¿Qué señales te envía tu cuerpo?

¿Cuáles son las señales de alerta de la epicondilitis? Básicamente, dolor. Dolor al mover el antebrazo, dolor al girarlo, dolor al hacer cualquier movimiento hacia el exterior. A veces, hasta duele al tocar el epicóndilo externo del húmero. Y créeme, esto puede ser un fastidio en tus actividades diarias o deportivas. Incluso podría dificultar seriamente los movimientos de tu brazo.

 

¿Cómo llegamos aquí? Las causas detrás del dolor

¿Qué podría haber desencadenado esta pesadilla del codo? Bueno, podría ser tu trabajo. Esos trabajos que te hacen girar y girar el antebrazo una y otra vez pueden ser los culpables.

Y luego tenemos el tenis. Ah, el tenis. Ese deporte donde el golpe de revés puede ser tu peor enemigo. Otra de las causas más modernas es el pádel. Ese movimiento donde estos músculos se esfuerzan al máximo, causando desgarros y dolores, y donde una mala técnica nos pueden desencadenar estos síntomas.

¿Y qué hay de esos fines de semana llenos de "chapuzas" en casa? ¡También pueden ser culpables! Tanto esfuerzo en los músculos extensores puede pasarte factura.

Por supuesto, también están las caídas, golpes y el inevitable desgaste fisiológico. Todo esto puede contribuir al dolor en esta área.

 

¿Cómo podemos aliviar tu sufrimiento?

Vamos a hablar de tratamientos. Desde masajes hasta acupuntura, aquí tienes algunas opciones para calmar ese dolor:

Fisioterapia/Osteopatía: Un buen masaje transversal puede hacer maravillas. Y sí, puede ser un poco doloroso, pero ayudará a tu cuerpo a comenzar a curarse reduciendo la inflamación y las posibles contracturas musculares. 

 

Fisioterapia codo



Homeopatía: No subestimes el poder de lo natural. Arnica montana, Apis mellifica y Brionia alba pueden ser tus nuevos mejores amigos en la lucha contra el dolor.

 

árnica homeopatía



Tratamiento Conservador: El hielo es tu amigo en las primeras etapas. Y aunque te duela, debes dejar de hacer lo que causó el problema. Descansa, recupérate y masajea suavemente el epicóndilo.

Termoterapia en codo



Acupuntura/Punción seca: En casos crónicos, el tratamiento invasivo puede ser un salvavidas. No temas a esas pequeñas agujas, pueden hacer maravillas. Este tratamiento debe ser realizado por un profesional cualificado.

 

Punción seca en codo

 

 CBD: Conocido por sus propiedades antiinflamatorias y analgésicas, puede ofrecer alivio en problemas como la epicondilitis al reducir la inflamación y aliviar el dolor de forma natural. Podrás encontrarlo en nuestra tienda.

 

Y ahora, hablemos de la prevención. Aquí hay algunas cosas que puedes hacer para evitar volver a pasar por esto:

  • Siempre calienta antes de la acción. Movimientos lentos y suaves pueden ser tus mejores aliados.
  • Descansa y estira si sientes que tu músculo necesita un respiro. No te excedas, ¡la sobreexigencia puede ser tu peor enemiga!
  • Y si eres deportista de competición, busca ayuda profesional. No dejes tus músculos en manos inexpertas.
  • Y por último, pero no menos importante, cuida tu alimentación. Bebe agua, come frutas y asegúrate de obtener todos esos minerales que tu cuerpo necesita.

Finalmente, vamos a dejarte algunos ejercicios que puedes realizar para tratar/prevenir la epicondilitis, y mejorar ese dolor en el codo:

  1. Estiramiento de antebrazo con muñeca flexionada:

    • Extiende el brazo afectado frente a ti con la palma hacia arriba.
    • Dobla la muñeca hacia abajo con la otra mano hasta sentir un estiramiento en el antebrazo.
    • Mantén la posición durante 15-30 segundos y luego cambia de lado.
  2. Estiramiento de antebrazo con muñeca extendida:

    • Extiende el brazo afectado frente a ti con la palma hacia abajo.
    • Dobla la muñeca hacia arriba con la otra mano hasta sentir un estiramiento en la parte superior del antebrazo.
    • Mantén la posición durante 15-30 segundos.
  3. Flexión de muñeca con peso ligero:

    • Siéntate en una silla con el antebrazo apoyado sobre el muslo, con la palma hacia arriba y sosteniendo un peso ligero (como una botella de agua).
    • Dobla la muñeca hacia arriba y luego baja lentamente el peso hacia abajo.
    • Realiza 2-3 series de 10-15 repeticiones.
  4. Flexión de muñeca con goma elástica:

    • Sujeta una banda elástica con ambas manos y enrolla una de las extremidades alrededor de los dedos de la mano afectada.
    • Mantén el brazo extendido y flexiona la muñeca hacia arriba contra la resistencia de la banda elástica.
    • Haz 2-3 series de 10-15 repeticiones.
  5. Rotación de antebrazo con peso ligero:

    • Siéntate en una silla con el antebrazo apoyado sobre el muslo, con la palma hacia arriba y sosteniendo un peso ligero.
    • Gira lentamente el antebrazo hacia adentro y hacia afuera, manteniendo el codo pegado al cuerpo.
    • Realiza 2-3 series de 10-15 repeticiones en cada dirección.

Recuerda que es importante realizar estos ejercicios con cuidado y sin causar dolor adicional. Si experimentas dolor intenso durante alguno de estos ejercicios, detente y consulta a un profesional de la salud.

Así que ahí lo tienes, todo lo que necesitas saber sobre la epicondilitis. Ahora que entiendes qué es y cómo tratarla, ¡puedes darle a tu codo un poco de amor y atención! 

Esperamos que estos consejos te hayan sido útiles. Si tienes alguna pregunta o necesitas más información sobre nuestros productos, no dudes en contactarnos. ¡Estamos aquí para ayudarte a alcanzar tu mejor versión!

¡Hasta pronto!

Bibliografía:


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